lunes, 20 de diciembre de 2010

Reflexiones sobre Phinbella, Ferbnessa y Canderemy.

Empezaré con Candace y Jeremy. Su relación a través de la serie hasta el especial había sido bastante tensionante, era de esas típicas historias “será que sí, será que no” a pesar de que “todo el mundo sabía que se gustaban” y que el show se estuviese centrando en Candace realmente me había preocupado. Pero el especial tuvo su justa dosis de Candace y solventó nuestra necesidad de que algo sucediera con Jeremy. Reflejó con absoluta veracidad los sentimientos de una pareja novata y a pesar del “cliché” de estar en Paris en el momento en el que todo parece concretarse, hicieron un buen trabajo en el no darles una clásica declaración de amor, mostró la fortaleza de Candace y la paciencia de Jeremy. Fue una “escena de puente” bastante poco convencional pero interesante.

Ferb mostró la maravillosa persona que todos sabemos que es. Su amor con Vanessa es evidentemente imposible y, aún sabiéndolo, se esforzó por hacerle entender qué era lo que realmente necesitaba y cuando Isabella necesitaba de alguien él estuvo ahí para ella, así fuera brindándole un simple pañuelo de lágrimas, sin palabras él es un verdadero amigo y caballero. Razón por la que verle derrotado, solo, con la rosa en la Torre Eiffel me robó el aliento, no es justo que una persona como él termine con el corazón en la mano, simplemente no es justo. Y aún así, eso me gustó, ¿qué no pasa eso en la vida real?

Todo aquel que me conoce lo sabe: yo esperaba que algo pasara entre Phineas e Isabella y cuando supe que ella cantaría “La ciudad del amor” vi la oportunidad perfecta, pero la letra te daba otro tipo de impresiones. Y aún sabiendo lo que sucedería…la secuencia de su canto en París literalmente me arrancó las lágrimas. No hay nada peor que tener la oportunidad de estar con la persona que amas y que él no se dé cuenta de lo mucho que significa para ti. Realmente quise golpear a Phineas hasta la inconsciencia. Pero más allá de lo desgarrador de la hermosa canción, la secuencia tuvo un toque maravilloso: los colores.

Phineas y Ferb siempre ha estado lleno de colores vibrantes, incluso las escenas más oscuras tienen colores vibrantes…pero “La ciudad del amor” realmente merecía algo más y toda la paleta cambió para expresar la tristeza de Isabella. Un panorama grisáceo contrastado con la vivacidad e inocencia de Phineas, sumado a la metáfora de “dejarlo ir” ingeniosamente mostrada por un mimo soltando un globo al aire, hicieron de esa secuencia mi favorita sobre muchas otras, me atrevo a decir que es tiene una verdadera simbología audiovisual, misma que las caricaturas se empeñan en ignorar y que esta serie ha aprovechado al máximo.

Y aunque hasta aquí ya parece bastante, sin duda mi “detalle” favorito es cómo Phineas se salió de cabales en más de una ocasión. Él siempre es el positivo, el de las ideas, el que “cree que todo puede hacerse”, el que busca la diversión hasta en las cosas más estúpidas, pero verlo completamente desquiciado en la isla desierta merece un premio. ¡El chico enloqueció! Y a pesar de lo hilarante que fue creo que la exploración de su personaje en este episodio fue maravillosa, jamás pensé escucharlo decir “no podemos.” Y verlo enojado fue aún más impactante, ¡él jamás se enoja!, que gritara a su hermana y frunciera el ceño fue una de las mejores experiencias de este personaje, no fue, como se diría “fuera de carecter”, fue una faceta jamás antes vista y completamente adorable.

La fortaleza de Isabella fue admirable. Renunció a su única oportunidad de tener un instante romántico con el menos romántico de todos para darle valor y sacarlo de su prematura miseria. Dejar de pensar en sí mismo y arriesgar hasta lo más ínfimo por el otro es el verdadero amor, y espero que Phineas pueda entender eso algún día…espero que todos puedan entender eso un día.

Y, finalmente, la canción final, homónima al episodio, fue maravillosa. Es una canción pegajosa y transmite un mensaje hermoso (no se trata solo del verano, todo está en tus manos, todo es posible si crees que puedes hacerlo, tú tienes las reglas de tu vida, “la vida es música y tienes que bailar”. ¿Por qué nos deprimimos por estupideces?, ¿por qué no nos levantamos para hacer lo que es correcto y lo disfrutamos? Las barreras las ponemos nosotros mismos, para las pequeñas y grandes cosas). La secuencia visual es impresionante, me recuerda un poco a los videos musicales de hace algunos años, culminó la relación de Candace y Jeremy y logró que Phineas se reivindicara con Isabella.